martes, 17 de noviembre de 2015

La Yapa

Nunca había estado milongueando en Barcelona, así que como hago siempre, busqué en San Google y me informé de las milongas locales, cuyas ubicaciones anoté una a una sobre un mapa de la ciudad. Y menos mal que lo hice, porque me fundí los megas de Internet que tenía en los primeros días del mes y luego no pude utilizar bien Google Maps para moverme por allí.

Por casualidad elegí ir a una milonga de miércoles llamada la Yapa, situada en la calle Valencia: pequeña, agradable, con buen suelo para bailar y donde me hicieron sentir como en casa nada más entrar. No solo porque a pesar de que había poca gente ví mas de una cara conocida y en seguida se acercaron a saludar y me presentaron a sus conocidos y amigos, con lo cual obtuve invitaciones a montones, sino porque para mi sorpresa, una de esas caras conocidas era la de Toni Barber, uno de los organizadores, con el cual había coincidido en algún otra milonga de la península.

Al regresar a casa unos días después, encontré esto en su página web, donde él se presenta, y me parece que son unas líneas preciosas que me encantaría compartir con vosotros:

"Para mí el tango:
Es una unidad, de dos personas que juntas parecen una
y se mueven como una hoja arrastrada por el viento que es la música.
Es comunicativo, donde las ideas se trasladan sin parar en dos direcciones
y no se convierten en aburridos monólogos.
Es contrastado, pues la música te permite infinidad de transiciones
desde la absoluta quietud a la máxima movilidad.
Es terrestre, intentando que los pies se separen
lo mínimo e imprescindible del suelo, para casi anclarse a él.
Es emotivo, tratando que cada movimiento provoque una sensación.
Es cadencial, su ritmo oculto te marca la pauta a seguir
y del que no se debe salir para ser comprendido.
Es continuo, ya que en su línea melódica
siempre debe prevalecer la sensación de movimiento aún estando parado.
Es felino, pues se conserva en toda su ejecución
una elegancia gatuna de puntas de pie y de cuerpos en tensión articular.
Es improvisado, porque se debe estar preparado
a responder ante cualquier iniciativa que tenga cualquiera de sus dos componentes.
Es intimista, pues me gusta bailar en la intimidad
de la comunicación a dos y no en un discurso hacia la galería.
Es galante, pues se espera a que la otra parte
termine de decir sus frases y se exprese con toda comodidad.
Es popular, ya que el pueblo lo inventó y él lo modifica.
Es creativo, y su creatividad es recíproca y permitida a cualquiera de sus integrantes.
Y además de todo esto, es muchas cosas más y por eso lo quiero."

Toni Barber

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