martes, 10 de noviembre de 2015

Tanda de chistes argentinos

Un hombre y una mujer argentinos, que no se conocían de nada, coinciden en el mismo compartimiento de coche-cama de un tren. A pesar de la obvia incomodidad que provoca la situación, y de las protestas de la mujer ante el guarda del tren, quien le explica que la formación va llena y no hay otro compartimento libre, ambos ocupan su respectiva cucheta: el hombre la litera de arriba y la mujer, la inferior.
A media noche, el hombre despierta a la mujer y le dice:
- Lamento molestarte, pero tengo un frío tremendo. ¿Podrías alcanzarme una de las mantas que están apiladas al lado de la puerta?.
La mujer se asoma sugestiva entre las cortinas de la cucheta, y guiñándole un ojo, le dice:
- Tengo una idea mejor: hagamos de cuenta, sólo por esta noche, que estamos casados...
 El hombre sin poder creer su buena suerte, exclama entusiasmado:
- Pero claro...!, mi vida..., claro...!
Entonces.... ¿por qué no bajás a buscártela vos..., pedazo de pelotudo...???!!!

***

Che, ¿habrá argentinos acá en Roma?
-No sé... mirá en la guía telefónica.
 Y el otro lee:
-Baldini, Corranti, Dominici, Ferrutti... ¡Che.., Roma está llena de apellidos argentinos!

***

Un psicólogo venezolano llama a un colega a las 2 de la mañana:
-¡Tienes que venirte para mi consultorio inmediatamente!
-¿A las 2 de la mañana?
-Es que tengo un caso único aquí.
-Pero... ¿de qué se trata?
 -Tengo un caso de complejo de inferioridad.
-¿Estás loco?... ¡¡¡Yo atiendo a miles de pacientes así, todos los días!!!
-Sí, sí... pero... ¿argentino?

***

-Che pibe, ¿me das 40 condones?
 El vendedor abre un cajoncito y cuenta:
-...33, 34, 35. Lo siento señor, sólo me quedan 35.
-¡Ya me arruinaste la noche! pero bueno, dámelos igual.

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